martes, 2 de octubre de 2007

Do The Evolution - Más allá de la forma

Vive, nace, adáptate, desarrolla, cambia, muere, transmuta.


Érase una vez, la vida rupestre...

Vive. Pon una cosa por otra. Lo que antes fue, ahora es, de nuevo, vida y necesidad de cambio.
Cualquier tiempo pasado fue siempre mejor. ¡Mentira!
Uno nace cuando varían las condiciones del medio. Entonces abrimos la boca fieramente, aferrándonos a la nueva vida, esperada, desconocida. Tragamos a borbotones el oxígeno que nos da el medio, con miedo feroz, con un tembloroso sudor que nos envuelve.
Comienza el despegue. Pasamos de dentro a afuera. Sirviéndonos de nuestra más íntima evolución. Así convertimos una cosa en otra, ponemos en lugar de lo que fue, nuestro cuerpo físico, lleno de esperanza, de ganas.
Primera metamorfosis.
¿Quién soy? Ahora, el principio o el fin, la acomodación dando vueltas o realizando movimientos describiendo curvas. La adaptación, propiedad de los seres vivos que nos permite subsistir. Entonces miramos absortos el rostro de nuestra madre, y nos parece como único lo desconocido, añorado por lo nuevo y fresco, aprendido. Y esta misma sensación de apertura a lo otro, se nos descubre a cada instante, ya durante toda la existencia.
Desarrolla. Pan, circo y cintas de vídeo, los tres cerditos, sexo, tv, dinero,...Pero eso sí, cuidado con el lobo. Comienza la sociedad limitada. La evolución-a-dos. Y como en el amor y en la guerra todo vale, adaptarse es siempre tan difícil. No importa, muévete, haz pasar una cosa del orden físico, intelectual o moral a algo más perfecto, más complejo que lo anterior.
Entonces cambia, de forma, de cualidad. Ve subiendo los escalones, transformándote. Por que el final, que es siempre de nuevo el principio, el gran bang, todo en todo suma y sigue. Muere, sin olvidar recoger útiles para una nueva vida.
Sabe, que el espíritu universal no quiere encadenarte.
Transmuta convirtiendo una cosa en otra.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo que nos protege y nos ayuda a vivir.

Érase una vez la vida rupestre.

nuevo espacio de sebastián alejandro en:

No hay comentarios: